Mensajes de diversas orígenes
martes, 13 de febrero de 2024
Nadie Ofrece Reparación a Cristo-Dios
Mensaje de la Virgen Madre a Mario D'Ignazio en Brindisi, Italia, el 15 de abril de 2012
En la luz del Cielo, vestida toda de blanco, se me aparece la Virgen Madre. La dulzura de Su rostro me da tanta paz. Sus ojos expresan atención, cuidado. Es tan celestial verla en el esplendor de la Trinidad. Nuestra Señora dice así:
Salve, amado mío. Soy Yo, la Señora, la Madre, la Reina, Corredentora de Cristo. Por esta Mi Aparición en Brindisi pido oración sin límites, ayuno, penitencia, reparación.
En Brindisi se cumple el Mensaje de Fátima.
En la Visión que mostré a Lucía -el Tercer Secreto de Fátima- mostré la despiadada persecución que se desencadenará. Los falsos cristianos se armarán de hipocresía y fabricarán un falso evangelio, rechazarán la Tradición y el Magisterio de la Santa Iglesia, intentando matar a los verdaderos cristianos, que vivirán en la Gracia del Señor -Lucía habla también de un obispo vestido de blanco distinguiéndolo del Papa, que aparece más tarde en el Secreto-.
Tal revolución será terrible. Ya está teniendo lugar, pero a medida que pase el tiempo será más sangrienta.
Intentarán quitar el Papado y la Sagrada Eucaristía, porque la Iglesia satánica, animada por el Espíritu del Anticristo, no está en comunión con Dios, por lo que querrán eliminar la Comunión.
Los que forman parte de esta falsa iglesia masónica mundial ya están privados de la comunión con Dios, sirviendo a planes nefastos, contrarios a la Ley del Padre. Por tanto, toda maldición lanzada contra Mis Apelaciones caerá sobre ellos, y se aplicará a sí mismos -es decir, ellos mismos entrarán en excomunión automática- y no se aplicará a Mis Intervenciones, ni al Pequeño Rebaño que Me seguirá.
Comprended, pues, que el aumento de Mis Apariciones es una preparación para el enfrentamiento entre la falsa iglesia y la verdadera iglesia.
Os estoy preparando para la Batalla, Mi Batalla contra la Bestia y los 10 reyes del Anticristo. (La Unión Europea)
Roma perderá el buen camino, seguirá al Antipapa y se opondrá a la verdadera fe católica.
Faltarán pastores santos, y allí donde se formen, se formarán según la secta nefasta y anticristiana, para crear desavenencias y propagar nuevas herejías.
En los seminarios no se transmitirá el amor al sacrificio y a la pobreza, sino el amor a los placeres y a la mundanidad. En las tierras a las que Yo venga serán elegidos obispos, personas inicuas devotas de Satanás, para que destruyan lo que Yo he construido, con el fin de alcanzar altas cumbres en la Santa Casa. (Omitido).
La humanidad está lejos, muy lejos del camino de la salvación y vaga como una ciega, buscando la felicidad en las cosas materiales.
Esta generación es perversa, idólatra, sorda a los Llamamientos Divinos. Que sepan los ministros de Mi Hijo Jesús que, a menos que se muevan rápidamente para proclamar el santo Evangelio del Cordero Inmolado, la Tierra se cubrirá de densas tinieblas y el demonio se llevará a muchos con él.
Las tinieblas descenderán durante Tres días y Tres noches, el sol ya no será visible y será el castigo de Dios el que limpiará el mundo. Si el mundo sigue negando la divinidad de Jesús y no le reconoce como único Salvador, tendrá lugar una guerra muy grande en la que participarán las naciones. Será la tercera guerra mundial. Las Naciones sin Dios se enfrentarán, porque Dios abandonará a la guerra a los Pueblos que Le han negado.
La sangre correrá por todas partes, ni siquiera las iglesias de Mi Hijo se salvarán. La matanza será grande.
Nubes de espeso humo negro se elevarán del suelo, oscureciendo el cielo que será como un horno ardiente y el aire se volverá irrespirable.
Dondequiera que la gente dirija su mirada, verá desolación y muerte. Los muertos serán envidiados.
Yo, Madre Celestial, estoy preparando Mis santos refugios por todas partes, pues donde se haya puesto Mi santo pie, no vendrá ningún mal. Ya estoy reconstruyendo lo que ha caído.
Los lugares de Mis Apariciones serán luminosos y allí se refugiarán los que mantengan la virtud de la fe. En los lugares de Mis Apariciones se mantendrá encendida la verdadera devoción a Mi Corazón Inmaculado y la verdadera fe en Dios.
Nuestro Señor está muy ofendido. Nadie ofrece reparación a Cristo-Dios. Muchos de los que profesan ser cristianos no caminan con Jesús. Muchos de los que profesan ser cristianos están cerrados al amor.
Hija mía, estoy muy afligida en lo más profundo de Mi Corazón de Madre. Mi Corazón está coronado de espinas punzantes que sólo las almas-huéspedes pueden erradicar. Llamo al mundo a la conversión.
Si esto no ocurre, si Mis dones siguen siendo pisoteados e insultados, si todo sigue como ahora, la Tierra será un Getsemaní y se cumplirán estos dos castigos: los tres días de tinieblas y la gran guerra.
Orígenes:
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